El poseer un animal como animal de compañía puede traer efectos positivos en la salud humana. El descenso de la presión arterial alta y de los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre son efectos físicos positivos que puede traer el poseer un animal de compañía.14 La interacción social que involucra el tener un animal de compañía ha demostrado una respuesta positiva al estrés mental, la depresión y los sentimientos de soledad, desembocando en un efecto placebo, que mejora la salud del poseedor.15
Asimismo, recientes estudios en el Japón muestran que las personas que sufren enfermedades crónicas y poseen animales de compañía (ya sea que estas tengan pelo, plumas o escamas) parecen tener corazones más saludables que quienes viven sin un animal de compañía.[cita requerida]
En los resultados publicados en American Journal of Cardiology, los investigadores que estudiaron a casi 200 personas hallaron que quienes poseían un animal de compañía contaban con una mayor variabilidad de ritmo cardíaco que aquellos sin un animal en el hogar[cita requerida] (una variabilidad reducida se relaciona con un riesgo mayor de morir por un problema cardíaco[cita requerida]); lo que significa que sus corazones responden mejor a las exigencias de cambios corporales, como bombear más rápido durante situaciones de estrés.[cita requerida]
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